martes, 28 de diciembre de 2010

Corten... y acción!


Quiero que todo esto sea una película, si algo no sale bien poder repetirlo sin que el daño esté hecho. Retroceder atrás, cuando todo era perfecto. Poder reír con esa sonrisa que antes solía tener y no ver ni una lágrima resbalando por mi mejilla. Mi vida es como una película, tengo que escribir y decidir mi propio final... yo sola!

lunes, 27 de diciembre de 2010

Princesas...



Siempre me han dicho que las princesas no lloran, que nunca estan mal, que jamás dejan de sonreír, que no tienen miedo a nada, que son valientes, que pueden consegir lo que quieran. Siempre me han dicho que yo era una pequeña princesa pero... no lo soy. No lo soy porque yo si que lloro y tambien estoy mal, no sonrío siempre y tengo miedo a muchas cosas. Jamás me gustaron las princesas,desde niña las he odiado,quizás sea porque ellas representan todo lo que yo no soy.No soy una princesa y no quiero serlo, no espero que todo me salga bien, no creo en los principes azules que son capaces de cambiarte la vida en un abrir y cerrar de ojos, solo conozco sapos y ranas que siempre terminan haciendome daño, no creo en palacios de cristal ni en besos de ensueño, no creo en nada porque todo es irreal. Ahí fuera las cosas no son como parecen, hay personas increíbles y otras que es mejor tener lejos, hay momentos inolvidables y otros que desearías borrar de tu mente. No existe un equilibro entre el bien y el mal, los malos siempre ganan y los buenos pierden.

domingo, 26 de diciembre de 2010

;)



Hace dos siglos Benjamín Franklin reveló al mundo el secreto de su éxito, nunca dejes para mañana, dijo, lo que puedas hacer hoy. El descubrió la electricidad, la gente debería prestar atención a las cosas que dijo, no se porque siempre posponemos todo pero si tuviera que adivinarlo diría que tiene mucho que ver con el miedo, el miedo al fracaso, el miedo al dolor, el miedo al rechazo. A veces es miedo a tomar una decisión, porque y si te equivocas y si cometes un error sin solución. Sea lo que sea lo que nos da miedo, una cosa es cierta: cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo es como si cargáramos con un tumor gigante.

El pájaro mas rápido atrapará al gusano, una decisión a tiempo salvará vidas. Quien duda esta perdido, no podemos fingir que no nos lo dijeron, todos hemos odio los proverbios, a los filósofos, a nuestros abuelos advirtiéndonos sobre el tiempo perdido, hemos oído los poetas malditos instándonos a vivir el momento, aunque a veces debemos escucharnos a nosotros mismos. Debemos cometer nuestros propios errores, debemos aprender nuestras propias lecciones, debemos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos mas, hasta que comprendamos por fin lo que Benjamín Franklin quería decir, que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir y que fracasar o cometer un error enorme es mucho mejor que no haberlo intentado

domingo, 7 de noviembre de 2010

La determinación de alcanzar la cima...

Hay quienes
... usan siempre la misma ropa,
... llevan amuletos,
... hacen promesas,
... imploran mirando al cielo,
... creen en supersticiones.

Otros:
... siguen corriendo aun cuando les tiemblan las piernas,
... siguen aunque se queden sin aire,
... siguen luchando cuando todo parece perdido,
... siguen como si cada vez fuera la ultima vez, convencidos de que la vida misma es un desafío.

Sufren,
... pero no se quejan porque saben que:
... el dolor pasa,
... el sudor se seca,
... el cansancio termina.

Pero hay algo que nunca desaparecerá:
... La satisfacción de haberlo logrado

Lo que los hace diferentes... Es su espíritu... La determinación de alcanzar la cima... Una cima a la que no se llega superando a los demás sino superándose a uno mismo

jueves, 21 de octubre de 2010

Errorees...


Hay errores que eliges cometer, y errores inesperados. Errores que puedes solucionar.. o simplemente olvidar. Hay errores que debes cometer.. errores que te ves obligado a cometer.. y errores que debiste cometer, pero que al no hacerlo cometiste un error más grande. Debemos aprender de nuestros errores. El ser humano es el único animal capaz de no tropezar dos veces con la misma piedra. Tiene responsabilidades. Libertad y Voluntad para elegir. Para encontrar la respuesta correcta. Debemos enmendar nuestros errores. Debemos ver las caidas como una nueva forma de levantarse. Debemos seguir.. pero.. ¿y si un día no eres capaz de levantarte de una caida?.. ¿y si cometes una y otra vez el mismo error?.. ¿y si.. por mucho que lo intentes.. no eres perfecto?..

jueves, 30 de septiembre de 2010

A tres metros sobre el cielo...


Nunca hay un porque para un recuerdo, llega de repente así, sin pedir permiso y nunca sabes cuando se marchará, lo único que sabes es que lamentablemente volverá aunque por lo general son instantes... y ahora se como hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo hay que alejarse rápidamente, hacerlo enseguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con él,sin hacerse daño...


martes, 31 de agosto de 2010

Luna Nueva...


Anoche no era capaz de dormir, y no sabía cuál libro leerme... ya que el que me estaba leyendo lo terminé ayer por la tarde, y para no defraudarme, me volví a leer por no se cuanta vez el final de "Luna Nueva". Mientras más lo leo, más me gusta esta parte...
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—Lo sabía —sollocé—. Sabía que estaba soñando...


—Eres imposible —comentó y soltó una carcajada breve, seca y frustrada—. ¿De qué manera te puedo explicar esto para que me creas? No estás dormida ni muerta. Estoy aquí y te quiero. Siempre te he querido y siempre te querré. Cada segundo de los que estuve lejos estuve pensando en ti, viendo tu rostro en mi mente. Cuando te dije que no te quería… ésa fue la más negra de las blasfemias.

Sacudí la cabeza mientras las lágrimas continuaban cayendo desde las comisuras de mis ojos.

—No me crees, ¿verdad? —susurró, con el rostro aún más pálido de lo habitual—. Puedo verlo incluso con esta luz. ¿Por qué te crees la mentira y no puedes aceptar la verdad?

—Nunca ha tenido sentido que me quisieras —le expliqué, y la voz se me quebró dos veces—. Siempre lo he sabido.

Sus ojos se entrecerraron y se le endureció la mandíbula.

—Te probaré que estás despierta —me prometió.

Me sujetó la cabeza entre sus dos manos de hierro, ignorando mis esfuerzos cuando intenté volver la cabeza hacia otro lado.

—Por favor, no lo hagas —susurré.

Se detuvo con los labios a unos centímetros de los míos.

—¿Por qué no? —inquirió. Su aliento acariciaba mi rostro, haciendo que la cabeza me diera vueltas.

—Cuando me despierte... —él abrió la boca para protestar, de modo que me corregí—. ¡Vale, olvídalo! Rectifico: cuando te vayas otra vez, ya va a ser suficientemente duro sin esto.

Retrocedió unos centímetros para examinar mi rostro.

—Ayer, cuando te toqué, estabas tan... vacilante, tan cautelosa. Y todo sigue igual. Necesito saber por qué. ¿Acaso ya es demasiado tarde? ¿Quizá te he hecho demasiado daño? ¿Es porque has cambiado, como yo te pedí que hicieras? Eso sería... bastante justo. No protestaré contra tu decisión. Así que no intentes no herir mis sentimientos, por favor; sólo dime ahora si todavía puedes quererme o no, después de todo lo que te he hecho. ¿Puedes? —murmuró.

—¿Qué clase de pregunta idiota es ésa?


—Limítate a contestarla, por favor.

Le miré con aspecto enigmático durante un rato.

—Lo que siento por ti no cambiará nunca. Claro que te amo y ¡no hay nada que puedas hacer contra eso!

—Es todo lo que necesitaba escuchar.

En ese momento, su boca estuvo sobre la mía y no pude evitarle. No sólo porque era miles de veces más fuerte que yo, sino porque mi voluntad quedó reducida a polvo en cuanto se encontraron nuestros labios. Este beso no fue tan cuidadoso como los otros que yo recordaba, lo cual me venía la mar de bien. Si luego iba a tener que pagar un precio por él, lo menos que podía hacer era sacarle todo el jugo posible.

Así que le devolví el beso con el corazón latiéndome a un ritmo irregular, desbocado, mientras mi respiración se transformaba en un jadeo frenético y mis manos se movían avariciosas por su rostro. Noté su cuerpo de mármol contra cada curva del mío y me sentí muy contenta de que no me hubiera escuchado, porque no había pena en el mundo que justificara que me perdiera esto. Sus manos memorizaron mi cara, tal como lo estaban haciendo las mías y durante los segundos escasos que sus labios estuvieron libres, murmuró mi nombre.

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P.D: ¿Alguien me recomienda algún libro para comprarme? :)